Libia después de Gadafi
El día 5 de abril el autoproclamado Gobierno de Salvación Nacional de Libia, que operaba en Trípoli, anunció que cede el poder al Gobierno de Unidad Nacional, apoyado por la ONU. De esta manera quedan en Libia tres grandes facciones que se disputan su territorio, el Gobierno de Unidad Nacional (expresado en la llamada “Cámara de Representantes de Libia”), el Estado Islámico y los tuareg. Luego de más de 5 años de conflicto armado el imperialismo se prepara para reforzar su ocupación en Libia.
El ministro de Exteriores francés, Jean-Marc Ayrault, declaró que la comunidad internacional debe prepararse para prestar asistencia militar al Gobierno de Libia reconocido por la ONU, en caso de que esta medida sea necesaria. En los últimos años el país ha sido presa de las disputas entre numerosos “señores de la guerra”, facciones extremistas islámicas y grupos apoyados por EEUU y la UE. El nuevo gobierno central se encargará de concretar el acuerdo para la explotación de petróleo a manos de British Petroleum y Exxon, entregando la mayor reserva de crudo del continente a las potencias imperialistas.
A su vez las reservas del Banco Central Libio, ya han quedado liberadas del embargo impuesto por las Naciones Unidas ya que ahora serán controladas por un gobierno afín. Estas reservas superan los $67.000 millones de dólares.
Sin embargo el gran premio se encuentra bajo el suelo. El Sistema Acuífero de Piedra Arenisca de Nubia, es el mayor acuífero de agua fósil del mundo, se encuentra en 2.000.000 de km² en la parte oriental del Desierto del Sáhara, entre Libia, Egipto, Chad y Sudán y se estima que contiene unos 150.000 km³ de agua. Para hacerse una idea, imagine una laguna del tamaño de la provincia de Mendoza con un kilómetro de profundidad.
Gadafi meses antes de su caída concretaba un plan de más de 30 años para África, basado en estos tres pilares. Con los recursos originados del petróleo, y dirigidos por la banca nacional, se construyó el mayor proyecto de irrigación de la historia de la humanidad. Con el objetivo de convertir una parte del Sahara en tierra cultivable. Contribuyendo a solucionar dos de los mayores problemas del continente.
El libio no se conformaría con eso, estuvo a punto de implementar una nueva moneda africana utilizando los recursos de su Banco Central. Sacando a los organismos financieros y al euro de las transacciones entre los países del continente. Estas fueron, entre otras, las razones por las cuales se llevó a cabo la intervención en Libia y el asesinato de Gadafi.
Los bombardeos de la OTAN atacaron instalaciones petroleras, fábricas y acueductos. En apenas siete meses de operación militar, se efectuaron 10 mil misiones de ataque con 40 mil bombas y misiles contra los libios. Como resultado, 120 mil libios murieron de acuerdo a cifras de la Cruz Roja Internacional. Mientras caía la producción de crudo, los recursos del estado disminuyeron, acelerándose en el último tiempo por la caída del precio del petróleo. El resultado actual es que alrededor de 2,4 millones de libios necesitan ayuda humanitaria inmediata, es decir más de un tercio de la población total. En este clima de violencia y necesidad crecen los grupos extremistas como el EI.
Una vez creado el caos, llega la hora de dividirse las riquezas del país. El senador Nicola Latorre, presidente del Comité de Defensa de la Cámara Alta en Italia declaró: “No podemos permitir tener una nueva Somalia, dado que gran parte de los flujos migratorios, sobre todo con el cierre de la ruta de los Balcanes, podría centrarse de nuevo en Libia”,
Luego de una reunión en Roma, los enviados de Gran Bretaña y Francia ofrecieron miles de efectivos militares para proteger los edificios gubernamentales, las plantas industriales y campos de petróleo y ayudar a entrenar a la policía y las fuerzas armadas. Vale decir una reedición africana de la llamada “reconstrucción de Irak”. La existencia de EI en este país muestra el éxito de las reconstrucciones llevadas a cabo por las potencias.
Antes de las bombas de la OTAN, Libia tenía el nivel de vida más alto de África e incluso por encima de Arabia Saudita. La electricidad era gratuita para todos los ciudadanos y la vivienda era un derecho. Cualquier persona que deseaba ser agricultor recibía gratis tierra, una casa, animales, equipo de agricultura y semillas y en caso de haber pedido un préstamo de cualquier tipo, la tasa era de un 0 por ciento de interés por ley. La economía libia era libre del Fondo Monetario Internacional. Salud y educación gratuita y estatal en todos los niveles, 83% de alfabetización.
Todo terminó para un país que cometió la osadía de buscar su independencia ayudado a sus hermanos africanos. Ahora se debate entre la muerte por yihadistas o la esclavitud imperialista.
"We Came, We Saw, He Died"
“Nosotros llegamos, nosotros vimos, él murió”
Hillary Clinton. Ex secretaria de Estado, actual senadora y candidata a presidente de los EEUU.
Refiriéndose a la muerte de Gadaffi, parafraseando la frase de Julio César “Vini, vidi, vinci” sobre una victoria rápida y absoluta.